Eres

Te quiero porque eres ese respiro, esa gotita de agua que da de beber a la flor en pleno mes de agosto.

Te quiero porque eres ese respiro, esa gotita de agua que da de beber a la flor en pleno mes de agosto.

Eres el aire que seca mi frente en los momentos más extremos.

Eres ese rayo de sol tan esperado después de un día de lluvia.

Eres la semilla que produce mi alimento, el riachuelo que choca con las rocas dándoles luz a su inviabilidad.

Eres el árbol que endulza la existencia en medio de la nada, el zumo recién exprimido cada mañana.

Eres el llanto que alivia bajo la presión, el envoltorio de un regalo que enciende la ilusión.

Eres la entrada a algo nuevo, la salida del estancamiento y su maldición.

El sonido de un pájaro, la caricia sobre la herida.

Eres un torbellino que arrastra a una marea llena de sensaciones.  

Por ser, eres hasta el dolor que me demuestra que sigo viva e impide que deje de respirar.

Azucena Alfonso Recio

Los superhéroes no siempre llevan capa

Decían que se había ganado en tantas ocasiones las alas que habían perdido la cuenta del número de veces que se había transformado en Ángel. Su sonrisa regalaba satisfacción, esa satisfacción que uno siente cuando ve con sus propios ojos que ha hecho algo bien. Era de pocas palabras, porque estaba convencido de que los gestos, grandes y pequeños, lo decían todo. Y sí, hay seres especiales en el mundo, pero como él ninguno.

Los superhéroes no siempre llevan capa, en ocasiones simplemente usan sombrero, incluso bastón, porque van regalando tanta energía a los demás que a veces necesitan un tercer apoyo para poder seguir avanzando. Las arrugas no eran más que una anotación del número de años que llevaba haciendo la vida más fácil a los demás y sus canas hablaban de humildad. Porque hay personas que personifican la generosidad, incluso sin querer.

Existen energías que no se apagan nunca y que te hacen mirar tu alrededor de un modo distinto. Te ayudan a crecer, a empatizar, a comprender… Y como he dicho siempre, nunca habrá vidas suficientes para agradecer a quien te ha tendido la mano cada vez que lo has necesitado, a quien ha hecho tu vida mejor, a quien ha conseguido que te transformaras en alguien que jamás pensaste que verías en el espejo.

Hay luces que no se apagan nunca. Que continúen sin bajar el telón.

Azucena Alfonso Recio

Y de repente se cae el telón

Y de repente, se cae el telón y te duele tocar con los dedos todo lo que descubres ante esa realidad que se encontraba escondida tras una fina tela. Y te preguntas qué hiciste, qué harás y qué mantendrás de todo aquello que te rodea.

Las tormentas sirven para limpiar, dicen, y para arrastrar todo aquello que te robaba la calma. Pero durante el despliegue de nubes negras temes que se lleve incluso aquello con lo que siempre soñaste, esa gota de magia que hacía brillar las mayores rutinas. Te encuentras sola en medio de un torbellino de emociones que te invita a cerrar los ojos y a desaparecer por momentos; a sonreír porque algo mejor vendrá; o a derramar esas lágrimas que te aliviarán por dentro.

Y eso es vivir, aguantar la tempestad hasta que vuelva a brillar el sol y disfrutar de este mientras puedas. Porque, si algo hemos aprendido, es que nada es lo que parece, y que hasta las cosas más sencillas pueden desaparecer en un abrir y cerrar de ojos. Tan solo queda esperar a que mañana sea otro día más.

Azucena Alfonso Recio